HISTORIA DE UNA RATA


CAPITULO I (VIA LIBRE)

2 AÑOS ANTES

-¿De verdad crees Michael, que con este simple anuncio en Internet, alguien serio va a acudir a tu llamada?, La mayoría serán lunáticos, que solo quieren algo de fama o simplemente ganar dinero fácil… ¿esta era tu gran idea?

- ¡Anthony! se que parece algo extraño. Dijo entusiasmado, -pero confía en mi, tenemos un gran equipo que se encargará de seleccionar y encontrar lo que estamos buscando.

Mientras, Anthony dudaba, y se movía a través del despacho, al fin se decidió a darle la oportunidad.

- No se,  no se… no creo que sea la forma más efectiva, pero a ti te encargué este proyecto, y tu eres el responsable de los resultados.

- Confía en mí, encontraremos a la persona que buscamos. Dijo emocionado.

- Si tú crees que este anuncio es la solución, Decía mientras repasaba la octavilla recién impresa, que rezaba así:

“SI USTED CREE QUE TIENE CUALIDADES ESPECIALES COMO: LEER LA MENTE O PREDECIR EL FUTURO: PONGASE EN CONTACTO CON NOSTROS EN EL SIGUIENTE EMAIL, PODRÁ GANAR MUCHO DINERO.”

Anthony arrugó la octavilla, y la arrojó  a la papelera que estaba debajo de la mesa de Michael, le deseó suerte, y se fue del despacho.

Michael con una sonrisa en la cara se sentó en su sillón de piel, descolgó el teléfono, y comunicó a su secretaria:

- Mary, avise a todo el equipo, y dígale que dentro de una hora tenemos una reunión, y el que falte no podrá formar parte del proyecto.

- Enseguida señor, ¿la reunión será en su despacho? Preguntó nerviosa.

- Sí, será en mi despacho, por cierto ya puede publicar usted el anuncio en nuestra página Web.

- Enseguida señor Sung. 

- Y tráigame tres sillas a mi despacho cuando usted termine. 

Acto seguido colgó y suspiró. Se quedó allí sentado recordando el día en que terminó la carrera de neurología, y le comunicaron que tenía un puesto de trabajo en la mayor empresa investigadora de neurología de EE.UU. Nunca imaginó que llegaría tan lejos, ya que era de procedencia japonesa por parte de padre, siempre había sido maltratado por sus compañeros de clase, y le insultaban por tener rasgos asiáticos, y a pesar de ello ser de pelo rubio.

Pero lo había conseguido, era un hombre de éxito, a pesar de las adversidades que sufrió en su infancia.

Al cabo de diez minutos, recordando buenos y malos momentos, estaba casi en una ensoñación, cuando de repente la línea interna de su teléfono sonó e interrumpió su leve descanso.

- Dígame Mary, ¿Ya hizo lo que le pedí? Replicó un poco aturdido.

- Señor Sung lo siento mucho pero es imposible que los miembros del equipo puedan estar aquí dentro de una hora.

- ¿Por qué motivo señorita Mary? Dijo en tono enfadado.

-Aún no han llegado de la conferencia de Washington, llegarán esta noche.

Embriagado por la ilusión de comenzar el proyecto cuanto antes, se le había olvidado de que él personalmente, les había mandado a esa conferencia sobre la telequinesia, y ahora debía esperar a que llegaran para poder comenzar a trabajar.

Suspiró fuertemente y le dijo a su fiel secretaria: - Está bien, entonces tráigame las tres sillas a mi despacho, y yo me encargaré personalmente de concertar la reunión.

- Como usted mande Señor.

Acto seguido, colgó el teléfono, y se levantó del sillón, cabizbajo camino lentamente hacia el ventanal que se hallaba justo detrás de el, mientras buscaba su teléfono móvil en los bolsillo de su chaqueta azul, que conjuntaba perfectamente con su corbata azul rey con rayas blancas. Finalmente lo encontró en el bolsillo interior de la chaqueta, lo sacó de allí y buscó el nombre del miembro de su equipo en el que tenia más confianza.

Mientras sonaban los tonos de la llamada, observaba  la ciudad desde el ventanal.

-¿Dígame? Se escucho tras el cuarto tono.

- ¡Felipe! ¿Donde estáis? Dijo Michael, mientras observaba la ciudad desde el vigésimo piso del rascacielos donde se ubicaba su oficina.

- Hola señor, estamos en el avión, camino de NY.

- Te llamo para comunicaros que mañana a las 08:00am tendremos la reunión que llevamos esperando desde que empezamos con el proyecto. Anthony nos ha dado vía libre para comenzar.

- Se lo comunicaré a los demás. Replicó Felipe exultante.

- Nos vemos mañana amigo mío.

Michael colgó el teléfono y caminó por su amplio despacho, hasta la pared de colores apagados donde se hallaba el viejo retrato de su difunto padre, que fue el que le aconsejo que contratara a Felipe para este trabajo.

El padre de Michael, conoció a Felipe, en un viaje que hizo a Ciudad de México por motivos de negocios. Por aquel entonces Felipe realizaba números de mentalismo en el Black Out, un conocido local de Ciudad de México Inspirado en la vida nocturna de la ciudad de Nueva York. En un momento de la noche, Felipe Olalla se acercó a Magiro Sung, el padre de Michael, y le susurró al oído, que sin falta acudiera a un especialista en oncología  en cuanto llegara a Nueva York. El señor Magiro, se quedó muy sorprendido cuando regresó de Cuidad de México, y su medico de confianza, le dijo que gracias al consejo de aquel desconocido, había podido aumentar su esperanza de vida en dos años, ya que en su  cerebro se alojaba un tumor cancerigeno en ese momento poco extendido.

Realmente Felipe, no tenia ningún tipo de poder especial, ni podía adivinar el futuro, ni nada de eso, simplemente era un estudioso de las actitudes humanas, era un gran observador, y con el paso del tiempo consiguió detectar a personas enfermas solamente contemplándolas,  ya que tenían rasgos y gestos que ellos realizaban inconscientemente. En el caso de Magiro Sung, Felipe se topó con él en el aseo justo antes de la actuación, allí se encontró a un señor asiático, de unos sesenta años, tenia buen aspecto, bien vestido, con el pelo engominado y volcado hacia la derecha, con un pequeño tupé que sin duda le rejuvenecía, sin embargo estaba vomitando en el lavabo,  sin apenas hacer esfuerzo. Felipe pensó que le habría sentado algo mal, entonces, al acercarse a él, Felipe le ofreció un trozo de papel para que se limpiara, al levantarse el señor y coger el papel en sus manos, el afamado mentalista se percató de que el señor asiático, tenía un edema de papila (hinchazón del nervio ocular a causa de la presión en el cerebro) Preocupado le preguntó, que era lo que le había pasado en el ojo, Magiro Sung mientras se secaba la comisura de los labios con el trozo de papel, le comentó a Felipe que le había salido hace tiempo, que no era consecuencia del vómito.

Después, mientras transcurría la actuación, Felipe se fijo en que el señor Magiro estaba feliz, exultante, parecía una persona completamente sana, pero la experiencia del estudioso de las actitudes humanas, le decía que a ese señor le pasaba algo, ya que tenía síntomas exactamente iguales, que en su día tuvo su hermana, y puesto que Magiro parecía ajeno a ello, al acabar la actuación decidió darle ese consejo, con el que el padre de Michael pudo alargar su vida.

En el avión, Felipe sentado junto a la ventanilla, al colgar el teléfono, tras la conversación con Michael, se giró hacia atrás, donde estaban sentados los demás compañeros del grupo, y les comunicó con su acento mexicano tan exagerado:

- Chicos, acabo de hablar con Michael, y me comunicó, que mañana a las ocho de la mañana sin más demora, tendrá lugar la reunión para comenzar con el trabajo, ya que Anthony nos ha ofrecido por fin la posibilidad de empezar. -Explicó con una gran sonrisa dibujada en la boca.
Se volvió a girar para tomar de nuevo asiento, mientras encajaba su enorme trasero en el asiento del avión.
Estaba tan feliz de haberse alejado de las actuaciones nocturnas en Ciudad de México, su ciudad natal, y haber conseguido este trabajo, que por un momento tuvo la necesidad de llamar a la azafata para que les trajera una botella del mejor champagne francés que tuvieran en la bodega, pero se pudo contener, puesto que recordó enseguida que no podía beber nada que contuviese alcohol, ya que esto le había traído muchos problemas en el pasado, y por ello todas las semanas acudía a un centro de alcohólicos anónimos, llevaba tres años sin probar el alcohol y hoy no era el día de volver a hacerlo, así que cerró los ojos y se recostó en el asiento e intentó dormir.

Los demás compañeros asintieron con la cabeza y sonrieron levemente, ya que el cansancio de viaje y la conferencia habían sido agotadores, y a pesar de ser un momento alegre para ellos no podían expresar síntoma alguno de alegría.

Mary llamó a la puerta del despacho de Michael y accedió a su interior con las tres sillas que su jefe le había pedido, las colocó junto a la mesa y las fue desplegando una a una y cunado acabó le comentó a Michael, que parecía hipnotizado mirando aquel cuadro de su padre:

- Señor Sung, aquí tiene las sillas que me pidió.

- Muchas gracias Mary. Dijo sin separar la mirada del retrato.- Es muy tarde ya, puede irse cuando quiera.

- Muy bien Señor, le dejo la llave de la oficina aquí, encima de la mesa, junto a toda la documentación.

- Esta bien Mary, está bien.

Mary se despidió, y salió del despacho, mientras que Michael seguía mirando con sus dos grandes y rasgados ojos aquel retrato que tantos recuerdos le traía, y preparando mentalmente la reunión que les esperaba al día siguiente.




HISTORIA DE UNA RATA

PROLOGO
Se encontraba Jonh Matheus, caminado por Brodway, a paso firme, sin duda lo hacía con mucha seguridad en si mismo. A su alrededor la gente pasaba ajena a lo que él pensaba hacer, como si nadie lo reconociese.

Lo cierto es que él se encontraba muy nervioso, pensando en las veces que le había dicho a su madre de pequeño que llegaría a ser alguien importante, que lucharía por conseguir lo que siempre había soñado, y allí se hallaba rodeado de personas desconocidas, que le miraban de reojo, casi perdonándole la vida.

Para sorpresa de todos, Jonh se acercó al escaparate de una tienda de golosinas, todos los que estaban allí intentaron no mostrar la cara de asombro, que realmente se les intuía, pero pocos lo consiguieron.
Jonh se acercó al dependiente y le comunicó lo siguiente:

- Señor, no piense que estoy loco, pero creo que usted es el único de por aquí que no sabe quien soy, así que hágame caso si no quiere que le suceda nada.
- Pero ¿de qué está usted hablando? Claro que no le conozco!!
- ¡Baje la voz! En el bolsillo tengo una pistola apuntándole, por eso debe hacerme caso. -Dijo moviendo la mano que llevaba en el bolsillo derecho, y prosiguió:
- Póngase mi gorra, mis gafas, mi chaqueta y mi pantalón.
Mientras se desvestían Jonh le fue dando al tendero más indicaciones.
- En el piso de enfrente, hay un francotirador, por eso no debe hacer ningún gesto brusco ni intentar pedir ayuda cuando salga de aquí, ya que abrirá fuego.
- Pero ¿por qué? ¿Quién es usted? ¿Qué quiere que haga?
Preguntaba mientras se terminaba de colocar la gorra.
- Salga de aquí como le he dicho sin hacer ninguna tontería, y vaya hasta la esquina de Roosevelt con Brodway, allí le esperará una mujer vestida con una gabardina verde, y cuando le vea ya dejará de estar en peligro.

Mientras tanto la muchedumbre esperaba impaciente que Jonh saliera de la tienda de golosinas. En ese momento todos volvieron a caminar tranquilos cuando vieron salir a Jonh de la tienda.

El tendero salió de la tienda a paso torpe, e inseguro, esto le hizo tropezar, a punto estuvo de caer, pero recuperó la firmeza y consiguió caminar con la suficiente diligencia, que se puede tener cuando se sabe que tienes a un francotirador apuntándote a la cabeza.

Jonh se colocó las vestimentas del tendero, cogió su arma, y salió por la puerta trasera de la tienda, que se comunicaba con el interior de una cocina de un restaurante, por la cual paso a toda velocidad. Atravesó el restaurante, y fue a salir a la calle 77, paró un taxi, y se montó en el, ahora ya sabía que la persona que le había contratado le había mentido, y sabia que todo era una trampa para tener mas poder.

Le pidió al taxista que le llevara al aeropuerto más cercano, aunque con el tráfico que había, tardaría al menos una hora, por lo que tendría tiempo suficiente para pensar en que decirle a su jefe, o en que pensar cuando se encuentre con él. Se acomodó en el asiento y comenzó a meditar en ello.



Espero que os guste, próximamente continuaré con la historia de Jonh Mateus, que os aseguro es muy interesante

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